Arquitectura popular

Las cruces vilalbesas

La cultura popular y el dominio de los canteros de la zona dejaron en Vilalba una profunda huella de cruceiros en los caminos y atrios del municipio.

Por encima de todos destaca el de Lanzán, situado en la parroquia de Tardade, por ser una de las cruces más decoradas de Galicia. Realizado en granito en el año 1906, en su base cuenta con varios releves entre los que se puede observar a Santiago Matamoros y San Roque. sobre su base se encuentra una figura sedente de “Ecce homo” que conserva restos de policromía; el fuste, decorado con relieves de los elementos de la pasión de Cristo, está coronado por un capitel cuadrifronte con volutas, que muestra querubines y aparece orlado por cadenas; la cruz, acompañada de dos figuras menores de iconografía irreconocible, está presidida por el Crucificado, cuyos pies reposan en una calavera, en la parte posterior de la cruz exhibe el grupo de la Piedad.

En el centro de Vilalba destaca el cruceiro dos Catro Camiños,cruz de granito de 1874. Tiene la figura de Cristo en el anverso y la de la Dolorosa en el reverso.

En los atrios de las diferentes iglesias parroquiales y en algún que otro cruce de caminos encontramos el resto de cruces vilalbesas, como Nete, Codesido, Gondaísque, Santaballa, Xoibán y San Simón. Esta última destaca por ser una de las cruces más antiguas de la zona, data de 1793 como consta en su inscripción. En la base llama la atención el altar o posada de ataúdes e imágenes, utilizado en el pasado para la celebración de misas en el exterior.

 Muíño do Rañego

Fruto de la tradición agrícola de la comarca llana y del cultivo de cereales en especial, surgen construcciones de la arquitectura popular tales como o muíño do Rañego, reconstruido en el año 2002