Ruta Monseivane

Ruta polos montes das parroquias de San Simón e Vilapedre, con visita ás queixerías artesanais do queixo D.O.P. San Simón dá Costa e con excelentes vistas da comarca desde o monte Monseivane.

O percorrido iníciase na parroquia de San Martiño de Lanzós e finaliza no miradoiro do Monte Monseivane. A ruta realízase en dous tramos; uno en coche (desde Lanzós hasta Cornas) y otro a pie (ascenso a el Monseivane).

El itinerario comienza en Lanzós, a unos cinco kilómetros de Vilalba. Destacan en esta parroquia su Escuela Habanerala iglesia parroquial y su cementerio neogótico.

Después, se coge la carretera que conduce a San Simón y, a mano izquierda, veremos la capilla de San Andrés. A partir de ahí, podremos ver algunas de las queserías del queso D.O.P. San Simón dá Costa, en las que es posible adquirir este típico producto.

La ruta sigue por los parques eólicos situados en la parroquia de Vilapedre, en la Sierra de Carba y continúa hacia O Valado. En este lugar, se emplaza la iglesia parroquial de San Simón da Costa, su cementerio neogótico y varios cruceiros. También cuenta con una Escuela Habanera, de principios del siglo XX.

Dejando atrás O Valado, a tres kilómetros, se encuentre la capilla de San Xián, en la parroquia de Samarugo. En este punto, merece la pena hacer un pequeño desvío para visitar la iglesia parroquial de Samarugo y su cemiterio neogótico. En sus cercanías, también se puede contemplar el exterior del pazo de Samarugo, de origen medieval.

Retomando la ruta en la capilla de San Xián, a unos 800 metros, está el lugar de Campomaior, donde existe una elevada densidad de construcciones en comparación con los asentamientos de montaña típicos de la comarca.

A continuación, se llega al lugar de Cornas, punto donde es posible dejar el vehículo e iniciar a pie la ascensión al monte Monseivane, una subida de 929 metros sobre el nivel del mar.

Ascenso a pie al Monseivane

La subida al Monseivane se realiza caminando por una pista forestal de unos cinco quilómetros. También cabe la posibilidad de hacer este tramo en coche, siempre que el camino se encuentre seco y en buenas condiciones. Se debe conducir con prudencia y respetar a los animales que campan libremente en el monte.

El trayecto transcurre entre la contemplación de animales paciendo en libertad (caballos y vacas) y la importante masa forestal de pino bravo plantado alrededor del 1940.

A la mitad del recorrido, encontraremos una pequeña área de descanso que cuenta con fuente, donde hacer una breve parada antes de iniciar el tramo final de la ascensión.

La caminata sirve además para divisar toda la planicie que conforma A Terra Chá, ya que el Monseivane se convierte en un auténtico mirador natural. En días despejados, es posible señalar algunas de las localidades más próximas, que aparecen señalizadas en un sencillo grabado en la piedra del propio mirador.

Las condiciones meteorológicas en el Monte Monseivane son cambiantes, pudiendo cubrirse repentinamente de intensa niebla en cuestión de minutos. Por este motivo, se recomienda consultar previamente la predicción metereológica y prestar atención en el recorrido para evitar desorientarse.